Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Te estoy esperando
martes, 23 de diciembre de 2008
Feliz Papa Noel para todos
Todos los años pido los mismos deseos generales: paz en el mundo, que la gente tenga trabajo y lo dignifique, que la honestidad invada todos los corazones, junto con mis deseos personales: un trabajo mejor, donde el sueldo sea un reflejo de mi esfuerzo y mi capacidad, y no sólo una variable económica de la situación del país, dedicarme a lo que realmente quiero (y todos saben), mi escritura, y un hombre con quien el amor no sea un juego de estrategias; y otras cosas más.
De repente cuando me senté antes, había escrito algo más banal relacionado con el sexo y me di cuenta de que estaba haciendo lo que hago siempre. Estaba bueno, pero no era exactamente lo que quería decir. Decidí cambiarlo y no me gustó tener que hacerlo. Así surgió mi deseo de este año, simple y categórico:
Quiero descubrirme a mí misma.
Bueno, en realidad, es complejo y laberíntico.
Espero que cada uno elija el suyo y lo convierta en realidad.
FELIZ AÑO Y ÉXITOS
La vida siempre es un paso más allá de la muerte (perdón, tenía que agregar mi toque personal).
domingo, 14 de diciembre de 2008
Caperucita Rota
Esta noche quiero contarles un cuento para que puedan ir a dormir y soñar tranquilos sin escuchar a los murciélagos que intentan entrar por la ventana cada vez que se oculta el sol.
Me imagino que todos se acuerdan del cuento popular de Caperucita y el lobo (no, no, ésa es la versión de la Ciccolina) y todos suponen que tuvo un final feliz. Craso error. ¿Cuántos años tenía Caperucita? ¿Y el final feliz es "...vivió con su familia por siempre feliz"? Ésa es una idea retorcida de felicidad.
Imaginen... luego de una experiencia tan traumática, no podía salir de la casa y quedó en una infancia eterna. Además, después de que el lobo se la metió toda entera, tuvo que ir por años al psicólogo. Y así vivió por décadas: con su familia y sin poder dar un paso sola fuera de su casa. La casa se la habían regalado Hansel y Gretel cuando metieron a la bruja en el horno, así que estiraba la mano y comía chocolate todo el tiempo, mientras miraba La familia Ingalls por televisión.
Ah, la abuela se murió de inanición, porque la única que se ocupaba de ella ya no podía ir. Subsistían con la plata que traía el padre que era leñador, pero la guita desaparecía en manos de los familiares maternos que eran unos vividores, por un lado, y en los obsequios que recibían las amantes de su padre, por el otro. Y ella seguía absorta en el televisor, porque prefería no ver la miseria humana que la rodeaba.
Pero un día dejaron de pasar La familia Ingalls y se pudrió de la boludez ajena. Decidió que era preferible enfrentar al lobo y no tolerar comentarios o actitudes, que si bien no representaban violencia física como el animal salvaje, sí horadaban su espíritu y carcomían cada célula que hubiese podido desarrollarse en su cuerpo.
Miró a su papá que estaba en el sillón durmiendo cual Homero Simpson y pensó: "No necesito de tu plata para ser feliz". Luego dirigió su mirada a la cocina, donde estaba su mamá haciendo la comida y con un vaso en la mano: "No necesito sentirme necesitada para ser feliz". Mientras se dirigía a la puerta se encontró con su hermana mayor y también pensó: "No necesito tu mirada aprobadora para ser feliz". Tomó aire y se sintió liberada.
Todas las personas precisaban que ella fuese así. Por eso debía desprenderse de todos esos condicionamientos y para eso tenía que abrir la puerta y caminar por el sendero del bosque. En el jardín delantero se tropezó con su hermana menor que estaba tirada en el pasto pintando con crayones. No pensó nada; quiso decir algo, pero prefirió asumir su decisión sin hacérsela cargar a nadie.
La primera noche durmió en el bosque arropada por una leve manta. Todo oscuro, ruidos extraños, movimientos desconocidos... la invadió el miedo, pero finalmente pudo dormir un poco a la mañana. Ya más tranquila siguió su caminata y estaba tan bien, tan segura, tan fuerte, que comenzó a cantar... Nunca había cantado así: con espontaneidad, con alegría, con estilo. Escuchó que su voz salía con onda y empezó a bailar; primero sus pies se movieron dando pequeños saltos hacia un lado y hacia el otro; luego fueron dibujando raras coreografías. Algo agarró su hombro y se paralizó.
Cuando la dieron vuelta, se encontró con un lobo feroz que le enseñaba sus dientes... pero tenía los ojos cerrados. En realidad, al abrirlos el lobo se convirtió en un hombre. Escuchaba que sus palabras decían que se había enamorado al escucharla cantar y verla bailar, que no entendía qué hacía con ese show en el bosque donde nadie podía disfrutarlo, que fuera con él a la ciudad, donde podrían vivir juntos y ella podría hipnotizar al mundo entero.
¡ÉSTE ES UN FINAL FELIZ!
lunes, 1 de diciembre de 2008
Sirius, negro y negro
viernes, 31 de octubre de 2008
Moda, chicos y películas de terror
miércoles, 29 de octubre de 2008
Una noticia más
jueves, 23 de octubre de 2008
Las prolongaciones del ser
martes, 21 de octubre de 2008
Es pequeño, peludo, suave
Podría comenzar diciendo: "Es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón". Pero no es blanco como Platero, es su opuesto. Lo único que quiero es compartir la foto de... mi pareja felina. Y no estoy hablando zoofílicamente.
Cuando trabajo, se acuesta en el escritorio. Sí, tiene su lugar. A veces estoy concentrada en la pantalla y escucho un leve maullido; lo veo cabeza arriba (solamente la cabeza) y sus ojos de peluche. Ahí sé que quiere mimos. Lo acaricio y siento su ronroneo. Él sigue durmiendo, yo sigo trabajando. Pero a veces voy caminando y siento otro tipo de maullido, más largo, más grito de guerra. Cuando me doy vuelta, me encuentro con sus ojos de víbora y sé que me quiere atacar. Solamente hay dos métodos: o lo desarmo con mimos detrás de la oreja (para lo cual corro cierto peligro y lleva su tiempo) o debo defenderme con lo que encuentro a mano.
Cuando salgo del dpto. y alguna vecina se pone a charlar, a los minutos se escuchan sus alaridos detrás de la puerta y a la mañana es el primero que se levanta cuando se enciende el televisor, salvo claro está que sean las seis de la mañana y nos hayamos acostado muy tarde.
Es mi morrongo negro, tierno y agresivo. Es mi propia locura mimetizada en un felino.
lunes, 6 de octubre de 2008
El fin de la travesía
viernes, 5 de septiembre de 2008
La vida sin amores
miércoles, 6 de agosto de 2008
Desde la cárcel
miércoles, 28 de mayo de 2008
Una mujer sobre el asfalto
El cigarrillo en su pierna fue lo último. Ella se levantó de la cama para buscar su ropa que había dejado en la silla junto al ventanal. Él la siguió. No quería que lo abandonara. Era así, pero la amaba como nunca había amado a nadie. Tenía que entenderlo.
No midió su fuerza. No había sido su intención. Quiso retenerla entre sus brazos, pero ella trataba de zafarse. Se le escurría. En medio de los tirones, la zamarreó y con un empujón la alejó de sí. Dio contra la baranda, perdió el equilibrio y cayó.
viernes, 15 de febrero de 2008
¡Feliz cumple, Virna!
Este año se presenta como algo especial. Es como que los 38 suenan maduros. No suelen gustarme los números pares y éste no es la excepción. Es la primera vez que no me gusta cumplir años, porque es la concientización de que sigo creciendo y nunca estoy completa. Pero justamente por eso creo que este cumple es distinto. Yo y mi Virna interior estamos acá para dar la cara y mostrarnos como somos: con nuestro cuerpo y nuestro espíritu al desnudo (y estoy hablando literal y metafóricamente). Y hablo en plural porque existen muchas Virnas (me suena al Exorcista: "Somos Legión"): la sociable, la jodida, la irónica, la contenedora, la fuerte, la débil, la romántica, la dark, la egocéntrica, la "tontita", la chusma, la exigente, la sensual, la juzgadora, la femenina, la descuidada, la que escucha, y la que no se escucha.
En realidad, ahora estoy frente a mí. Estoy yo y mi existencia.
Hoy es un día que quiero compartirlo conmigo misma.
Y gracias a todos por estar; de diferentes maneras, pero estar.
viernes, 25 de enero de 2008
Los laberintos del ser
He dejado olvidado mi blog. Quizás fueron los nuevos vientos del 2008 que surgieron con las promesas de cambio (como siempre) y que las corrientes cotidianas barren con su impetuosidad.
Sin embargo, existen variaciones paulatinas que parecen imperceptibles, pero que van otorgando vitalidad y fuerza a este surgente ser insurgente.
Se trata de un sujeto que aflora desde lo oscuro. No deja de lado sus vicios y sus miserias, los reconoce, los saborea, los impulsa hacia adentro y los expone a la luz crítica.
Es un animal buscando su esencia vegetal, acostumbrado a los inalterables abismos del no existir, de la paciencia pétrea, del oscuro, neblinoso, repugnante morir.
Se asesina cada día cuando abre los ojos y siente la fuerza que lo amordaza a la lapicera para incrustársela en las venas y escribir con su propia sangre sobre su vida laberíntica.