Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

miércoles, 27 de enero de 2010

Golpea tu cerebro

Atravieso tu cerebro para desgarrar cada idea que surca entre los repliegues de los hemisferios. Puedo sentir tu deseo palpitando en el hipotálamo de la angustia y confundirme en las conexiones axonales que me convierten en un impulso eléctrico sin cuerpo y con mucha fuerza.
El poder letal que encierra la inyección golpea en tus ojos con una luz cegadora, mientras comprendés que ya es tarde para gritar, porque tu boca se cierra en un estertor agónico.
En tanto, dentro de las celdas mitocondriales, mi energía explota en un movimiento centrífugo y deshace todo atisbo de misericordia. Las partes se esparcen sobre la tierra y las alimañas se alimentan con voracidad.
(Texto tomando como inspiración "Hit the lights" de Metallica)


Hit the lights (letra)
No hay vida hasta el cuero / vamos a patear unos culos esta noche / tenemos la locura del metal / cuando nuestros fans comienzan a gritar / está bien, bueno, todo bien / cuando comenzamos a rockear / nunca más queremos parar.
Golpea las luces.
Sabes que nuestros fans son insanos / vamos a hacer volar este lugar / con el volumen más alto / que cualquier cosa hoy, es la única forma...
Con todos gritando / vamos a desgarrar a través de tu cerebro / tenemos el poder letal / te está causando dulce dolor...

miércoles, 20 de enero de 2010

Un día de Barbie

Acababa de llegar a su casa y estaba cansada. Todavía seguía sin entender por qué la gente la miraba por sobre el hombro y hacía acotaciones del estilo: "Vos que no hacés nada...".
Su día había comenzado a las nueve de la mañana (era necesario dormir ocho horas diarias). Por eso cuando se despertó a las siete y notó que el despertador no había sonado, se quedó con los ojos cerrados tratando de volver a dormirse. Como no pudo conciliar el sueño, se hizo la que dormía; así cumplió la cantidad reglamentaria.
Después se levantó, se duchó, se aplicó todas las cremas habituales y se roció con su body lotion. A las diez tenía que estar en el gym para su rutina matutina, donde ocupaba su mente en contar el número de series que iba haciendo. Salió a las doce después de un baño refrescante. Almorzó en el restaurante vegetariano, que ofrecían esos espárragos que a duras penas podía tragar, sin mucha sal y con una gota de aceite y mucha, mucha agua. Mientras comía, aprovechó para hojear las revistas de moda y enterarse de las noticias.
A la una tenía hora en el spa. Primero el baño de barro, después la limpieza de cutis con un peeling, luego sesiones de electroshock (perdón, electrodos, aunque lo otro quizás le hubiese venido bien junto con una cura de sueño y los enemas que se hacía cada tanto para limpiar su interior físico y espiritual), masajes descontracturantes y piedras calientes. Durante ese tiempo, se relajó y dejó que su mente fluyera libre.
Al terminar salió raudamente hacia su clase de baile; ayer había sido salsa, hoy tocaba tango. Bailó y se divirtió con frescura, siempre pendiente de los pasos que tenía que dar. Por último, en el camino a la peluquería, se compró su body lotion que ya se le había terminado. Su peluquero le brushinó el cabello con un movimiento natural; por suerte no tuvo que teñirse, no le daban los tiempos; la maquillaron y le hicieron las manos.
Ahora eran las nueve de la noche y no sabía qué hacía ahí sentada. Cuando Ken vino a buscarla, ya estaba fabulosamente cambiada. A la fiesta de beneficencia llegaron a las diez. La recibió una mujer vestida con un Donna Karan, que la tuvo quince minutos hablando sobre el compromiso social y el desarrollo sostenible, mientras ella inclinaba la cabeza hacia un lado y le sonreía comprensivamente.

domingo, 10 de enero de 2010

En confesión

El sábado salí a caminar. Eran las diez de la mañana. Habré tardado una hora y pico. No me di cuenta de que el sol estaba muy fuerte. De repente a la tarde mi hermana me mira y me dice: "¡Tenés el pecho rojo!" Cuando me veo al espejo, pude constatar que era bestialmente cierto y me asusté, como nunca me asusté en estos años. En general, me encanta notar un poco de color en mi cara. Pero esta vez no era un leve tono... y recordé.
Hace más de diez años me comentaron que una persona, cuando se enteró, dijo algo así: "Va a estar todo bien. Virna, tiene un carácter especial." En realidad, no sé cuáles fueron sus palabras, pero sí la idea. Y esa persona con la cual me había cruzado determinadas veces me sorprendió con su conocimiento sobre mí y me marcó. Es cierto, sobrellevé el tema sin pensarlo demasiado y sin consecuencias posteriores a la operación.
Ahora estoy acá sin tomar conciencia de lo que tengo que agradecer. Día tras día conozco personas que luchan contra el cáncer poniendo todas sus garras para finalmente ser vencidas por la enfermedad y yo jugando a ser inmortal. Finalmente, tuve miedo.
Ahí me percaté de que suelo mostrar una imagen fuerte. ¿Cuántas veces comentarios o actitudes de otros me dolieron de distintas maneras y mi reacción fue mantenerme imperturbable? Las veces que me lastimaron no lo demostré y así se fue generando esta coraza, al punto de que ni yo misma me permito sentirme afectada, pero todo queda dentro de este cuerpo, que no quiere mostrarse débil y que contiene una nena necesitada de mimos y atención.

viernes, 8 de enero de 2010

Bastet no espera

Estaba sentada en su palacio, donde gatos de todo tipo y pelaje retozaban, jugaban o solamente corrían; parecía que había un ejemplar de cada felino que hubiese existido. Mientras los contemplaba sonriente, con una sonrisa a media asta, pensó que ya era tiempo de levantar sus velos que se deslizaban sobre el diván.
Se miró al espejo y su imagen reflejada le gustó. Tan sólo al pensar que los rayos de sol alcanzarían su piel sintió un cosquilleo que le iba ardiendo desde el fondo de su entraña. No pudo contener sus movimientos y se restregó como un minino; así salió a la calle, totalmente enhiesta.

miércoles, 6 de enero de 2010

La alegría es la suma de grandes placeres

Hoy es un comentario fuera del estilo del blog. Quizás pueda generar algo más tarde. Por el momento sólo puedo decir que mi gato, rey mago, me ha regalo la entrada.
Los que me conocen saben lo que es; es toda una historia.

martes, 5 de enero de 2010

Tres estrellas en el camino

Hoy es la noche en que los sueños se personifican en seres humanos. Son reyes que dejaron sus reinos para andar en el desierto sobre sus camellos cansinos. Soportaron el frío y las tormentas de arena. Querían llegar a una meta solamente guiados por una luz en la oscuridad. Sabían que marcaba la existencia de un ser especial y no quisieron quedarse sentados contemplándola desde sus tronos.
Ataviados con sus atuendos, llegaron al pesebre, donde te encontraron dormida. Presentiste su presencia en medio de la agitación del sueño. Tu rostro se relajó cuando recibiste el beso que deslizaron en tu mejilla. Mañana... mañana es un día mágico.

lunes, 4 de enero de 2010

El guerrero azul

Lo había soñado cada noche durante un año. Conocía todos los detalles de su cuerpo, pero nunca adivinó su vestimenta. A pesar de la bruma, podía captar la armadura azul que lo envolvía para protegerlo de las filosas espadas, que como espinas horadarían su piel.
Era un guerrero, exactamente como ella. Por eso ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder; lo vio en su mirada, y por sus gestos comprendió que se sentía al descubierto; el enfrentamiento era inminente.
Mientras se acercaba, supo que sus brazos no iban a poder contener el ataque y que en algún momento tendría que enterrar su daga roja en la tierra.