Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

martes, 18 de enero de 2011

Hacia el final

Si tengo que morir, quiero hacerlo con una exhalación, que la vida se evapore con ese aire expulsado en un solo movimiento.
No quiero escuchar gritos ni ruidos desconocidos, sólo percibir un murmullo oceánico que inunde mis oídos, que las imágenes se apaguen marcando con señales de interferencia que el espíritu ya no está.
Si tengo que morir, quiero hacerlo a mi forma y, en realidad, no irme nunca.

viernes, 7 de enero de 2011

Nuevo espacio

Muestro la mitad del comedor, porque es lo que está acomodado.

Empiezo el año en mi espacio elegido. Sé que el camino sigue y voy avanzando con pasos firmes. Siento que las cosas surgen solas, sin esperarlas. Sin embargo, es cierto que hubo esfuerzo y garra. Me moví tranquila, confiada en que todo sigue su cauce normal, que podía ayudar, pero no forzar... y mantengo el ritmo. Ahora las circunstancias me fluyen y yo las sigo, o en realidad marco el rumbo y las corrientes me llevan.


miércoles, 5 de enero de 2011

Viaje en una estrella


Desde mi ventana contemplo la ciudad desde una nueva perspectiva y el cielo nocturno brilla entre nebulosas y aviones que cruzan el horizonte. Miro con ansiedad hacia afuera, esperando ver una estrella que sobresalga con respecto a las otras. Sigo observando en espera de una señal.
Hoy a la noche llegan mis reyes magos. Siento en el aire el perfume del incienso, junto con un fuerte olor a rosas. Sé que están cerca.
Tengo en mi interior un deseo muy fuerte, un sueño, un imposible. Coloco mi pedido sobre mis sandalias rojas e imagino el don recibido. Quizás me traigan otro regalo... mejor, menos esperado. Siempre hay un obsequio, que me impregna y me sumerge en este día especial.
Mañana... mañana abriré los ojos hacia un nuevo acontecimiento.