Muestro la mitad del comedor, porque es lo que está acomodado.
Empiezo el año en mi espacio elegido. Sé que el camino sigue y voy avanzando con pasos firmes. Siento que las cosas surgen solas, sin esperarlas. Sin embargo, es cierto que hubo esfuerzo y garra. Me moví tranquila, confiada en que todo sigue su cauce normal, que podía ayudar, pero no forzar... y mantengo el ritmo. Ahora las circunstancias me fluyen y yo las sigo, o en realidad marco el rumbo y las corrientes me llevan.
1 comentario:
Qué bueno es aprender a dejarse llevar sin pretender apurar los tiempos..Lo mejor para vos!!!
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