Podría comenzar diciendo: "Es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón". Pero no es blanco como Platero, es su opuesto. Lo único que quiero es compartir la foto de... mi pareja felina. Y no estoy hablando zoofílicamente.
Cuando trabajo, se acuesta en el escritorio. Sí, tiene su lugar. A veces estoy concentrada en la pantalla y escucho un leve maullido; lo veo cabeza arriba (solamente la cabeza) y sus ojos de peluche. Ahí sé que quiere mimos. Lo acaricio y siento su ronroneo. Él sigue durmiendo, yo sigo trabajando. Pero a veces voy caminando y siento otro tipo de maullido, más largo, más grito de guerra. Cuando me doy vuelta, me encuentro con sus ojos de víbora y sé que me quiere atacar. Solamente hay dos métodos: o lo desarmo con mimos detrás de la oreja (para lo cual corro cierto peligro y lleva su tiempo) o debo defenderme con lo que encuentro a mano.
Cuando salgo del dpto. y alguna vecina se pone a charlar, a los minutos se escuchan sus alaridos detrás de la puerta y a la mañana es el primero que se levanta cuando se enciende el televisor, salvo claro está que sean las seis de la mañana y nos hayamos acostado muy tarde.
Es mi morrongo negro, tierno y agresivo. Es mi propia locura mimetizada en un felino.
3 comentarios:
ejemmmm
yo siempre comento.
A mi me falta el gato negro asi las 3 hermanas tenemos uno y aparecemos mas brujas muajajaja
Alabado sea el amo Voldy.
Excelente! Ya lo puedo ver sobre tu escritorio ...
Mi gata Lulú quiere conocerlo. Dice que cree que tu morrongo y ella son almas gemelas...
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