¿Son ellos los que me penetran o soy yo quien los absorbo? ¿Son ellas las que me manosean o soy yo quien las refriega?
Sexualmente doy la impresión de que los sucesos se presentan y se imponen. Sin embargo, soy como una araña que teje sus hilos imperceptibles, de forma tal que la presa no tenga posibilidad de escapar. El otro no solamente me busca, sino también que persiste en esa búsqueda, porque no quiere estar enredado, pero necesita del veneno que le inyecto para seguir obteniendo placer.
Mientras tanto observo los intentos desesperados por penetrar mi piel y llegar hasta mi alma que se mantiene impávida, mientras mi cuerpo se convulsiona ante cada arremetida.
1 comentario:
Guauuuuu, V. que siga que siga la historia de Justine!!!! Estarè leyendo a la nueva Marquis du Sade, jajjaja, besos mil.
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