
El cuchillo que cercena nuestra cabeza que cae con ímpetu sobre el suelo. Imagen poderosa que ronda nuestra mente. Genera una sensación de asco, pero no apela a eso que escondemos.
Los miedos más fuertes son aquellos relacionados a eventos cotidianos. ¿Qué es lo que no digo?
Un hotel lleno de espectros, un océano sin fondo y oscuro, una caída abismal, un desconocido que me ataca... la sombra de la guadaña que se refleja frente a mis pasos.
Insisto... ¿cuál es mi miedo? ¿soy capaz de mirarme al espejo y enunciarlo sin titubeos?
Puedo observar mis ojos reflejados, ver la mirada espectante, la boca que se entreabre, un leve sonido que parece que comienza a surgir y la nada se materializa en el aire evaporado. Es demasiado el poder que puedo otorgar al nombrarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario