
No sé cómo hicieron, pero me ubicaron, como si fueran espías, agentes disfrazados o pequeños móviles controlados a distancia.
Son una amenaza oscura, que aletea en mi ventana, cuyos ojos de roedores reprimidos se convierten en ciegos peligrosos que llevan látigos cercenantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario