Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

lunes, 7 de febrero de 2011

La insensibilidad absoluta

Puedo sentir que mi cuerpo se desintegra ante cada tacto. Es una piedra fría, sin sentidos. Se convierte en polvo.
Puedo pensar en desactivar mis emociones. Las ideas mudas en una boca muerta. El pulso convertido en una línea mortal.
Puedo inducir mi juego estratégico de torsos rebeldes e inadaptados, de rojos furiosos y olores purulentos.
Puedo gritar mi inexistencia a través del fluir de los sentidos y volverme una convulsión efímera de falsas creencias incorporadas en una infancia plagada de aullidos terroríficos.
Puedo creer que existo mientras mis células se integran al suelo ficticio.

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