Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

martes, 13 de abril de 2010

Medea sentada entre las tumbas

Soy la hiel que recorre el cuerpo de Jasón y que atraviesa sus venas llenas de fluidos agrios y pesarosos.
Soy la venganza que se escurre entre la sangre de los cuchillazos que horadan los cuerpos de mis pequeños.
Soy la furia que se desata ante la traición y me devuelve mi esencia hechicera.
Soy como siempre, la que acapara las miradas y cuyas pociones mitigan dolores o devuelven la dignidad de cada elemento natural.
Medea es mi nombre, y ante él se inclinan reyes, embajadores y dioses. Acá estoy, envuelta con el sudario de mis hijos, sentada junto a ellos, que yacen inertes sobre un suelo extranjero.

1 comentario:

Marta dijo...

Impresionante, como todo lo que escribìs!!!!!!!! letras de diosa! abrazos enormes!!