Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Sillones presidenciales vacíos

Esta vez no fue "Con los ojos tapados". La noche del 28 de junio de 2009 otro presidente había sido secuestrado y asesinado por fuerzas pseudonacionales (en realidad, tropas de una empresa gubernamental extranjera). Conocía ese antecedente y él no iba a permitir ese desalojo.
Cuando lo encararon en la calle, supo que la bala de goma no había sido accidental. Fue una advertencia. Y eso lo envalentó más.
Logra escuchar los gritos del pueblo que llegan del exterior desde que se asomó a la ventana y dijo: ¡Tengan cojones y carguen con un magnicidio! Con la camisa desabrochada se sentó en el sillón presidencial y esperó. Sigue esperando, mientras escucha el griterío, la balacera, los golpes... Sigue sentado al imaginarse los cuerpos civiles en el suelo, la sangre...
Se sobresalta con la puerta que se abre de golpe, pero mantiene la postura. Como presidente o como cadáver.

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