Sólo nada el nadador, porque nunca nada el suicida.
Sol o nada es su elección en el océano de seres.
O sea, no quiere ser ese que es.

martes, 11 de octubre de 2011

Sin fuerzas


Estoy sin palabras. Me gustaría volver a mi esencia corrupta y pestilente, pero la falta de monóxido en mis venas convierte mis movimientos en fugaces caricias. Ya no logro pudrir tu cerebro con imágenes que te masacren la vista y te pulvericen los pulmones... todo es una bruma de colores densos que no disipan los pensamientos que me acorralan y que se incrustan en mi piel como agujas de un vestido a medio hacer.
Podés escuchar mi respiración estertórea que silba en tus oídos y revienta tus tímpanos para captar el silencio de la mediocridad que te envuelve y por fin sentir el vacío de mi ser en la fluctuante existencia sobre la marea salobre.

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