He dejado olvidado mi blog. Quizás fueron los nuevos vientos del 2008 que surgieron con las promesas de cambio (como siempre) y que las corrientes cotidianas barren con su impetuosidad.
Sin embargo, existen variaciones paulatinas que parecen imperceptibles, pero que van otorgando vitalidad y fuerza a este surgente ser insurgente.
Se trata de un sujeto que aflora desde lo oscuro. No deja de lado sus vicios y sus miserias, los reconoce, los saborea, los impulsa hacia adentro y los expone a la luz crítica.
Es un animal buscando su esencia vegetal, acostumbrado a los inalterables abismos del no existir, de la paciencia pétrea, del oscuro, neblinoso, repugnante morir.
Se asesina cada día cuando abre los ojos y siente la fuerza que lo amordaza a la lapicera para incrustársela en las venas y escribir con su propia sangre sobre su vida laberíntica.